Henry Fayol:           Nace en Estambul  en 1841 y muere en Francia en 1925, demuestra sus grandes capacidades al recibirse como ingeniero en minas a la edad de 19 años. Quedando a cargo de la Sociedad Anónima Commentutry – Fourchambault et Decazeville donde trabajaría toda su vida llegando a ser director general

En su obra administración industrial y general,  nos expresa lo siguiente.

“El modelo administrativo de Fayol, se basa en tres aspectos fundamentales: La división del trabajo, la aplicación de un proceso administrativo y la formulación de criterios técnicos que deben orientar la función administrativa”.
·         Fayol divide las operaciones de las empresas en:

a.                     Administrativas o de gerencia: previsión, mando, organización, coordinación y control. 
b.                    Técnicas de producción: Fabricación, transformación de insumos. 
c.                     comerciales: Compras, ventas, búsqueda de mercados. 
d.                    Financieras: Búsqueda y administración de capitales. 
e.                    Contabilidad: Registros de ingresos y egresos, inventarios, balances, estadísticas, precios.
f.                      Seguridad: Protección de bienes y de personas. 

·         Para Henry Fayol, la función administrativa tiene como tema u órgano principal el personal de la organización. Su metodología usada, a lo largo de su experiencia, consistente en observar los hechos, realizar experiencias y extraer reglas, desarrolló todo un modelo administrativo de gran rigor para su época.

·         Todo el progreso antes mencionado, fue un mejoramiento técnico  de parte de Fayol, hacia los planteamientos demostrados por Frederick Taylor con su administración científica.

·         Es importante mencionar que sus escritos y funciones eran ejercidas por una postura e ideología positivista.


Evaluación del Desempeño

Es un proceso periódico y sistemático de estimación cuantitativa y cualitativa del grado de eficacia con el que las personas lleban a cabo las actividades y responsabilidades de los puestos que desarrollan.

Permite medir el potencial humano en el sentido de poder determinar su futuro laboral.

Permite el tratamiento de los recursos humanos como un recurso básico de la empresa y cuya productividad puede desarrollarse indefinidamente, dependiendo de la forma de su administración.

Además, da oportunidades de crecimiento y condiciones de efectiva participación a todos los miembros de la organización teniendo en cuenta los objetivos organizacionales y los objetivos individuales.



VOLTAIRE:

“No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tú derecho a decirlo”.

François-Marie Arouet; Paris, 1694-1778. Filosofo, escritor, historiador, poeta, etc...
En el área de la literatura, destacan, sus obras de relatos históricos, en la cual se polemiza con diversas posturas ideológicas, las que se podría decir pavimentaron el camino de la Revolución Francesa.

En la rama de la filosofía, Voltaire genera polémica con los dogmas que ejercía la religión, en el tiempo en el que se veía venir un cambio social que generaría un quiebre en la estructura monárquica de la época.

¿De que forma podemos aplicar la ideología que nos deja Voltaire a la administración contemporánea?

Tenemos claro que la administración no solo es un arte, cuando se pone en práctica. Sino, que también se sustenta en sus bases científicas, y como toda ciencia cambia de paradigmas  a lo largo de su desarrollo

¿Cómo será la situación vivida por los administradores dentro de 10 años?

Si bien nos damos cuenta, el desarrollo de toda organización, esta dado cíclicamente, pero no podemos negar que al revivir un ciclo, a este se le incorporan nuevos sucesos, los cuales han ido agregando nuevas ideas.

Lo que queremos demostrar, es que aplicado a la temática de nuestro blog (recursos humanos), hoy no se puede sobrevivir sin la adaptación de nuevas ideas, sin saber escuchar la voz de los miembros de la organización.

Demostrado esta que un antiguo paradigma es el del administrador autoritario, el del que no quería tomar en cuenta la opinión de sus trabajadores. Sin embargo, eso es más de comienzos del siglo XX.

Con esto se deja el desafío para las nuevas generaciones de administradores, la innovación, el desarrollo y el progreso; o lo toman junto de la mano de los trabajadores o siguen con el autoritarismo de opinión, porque a pesar de ser un estilo antiguo hoy es mu común encontrar esa característica en jefes tanto de edad, como jóvenes.